El lenguaje del amor
está formado de palabras,
las más bellas y elocuentes,
las más dulces y fervientes,
las más llenas de calor.
Pero en el amor, los hechos
dicen más que las palabras
y cuando laten dos pechos
a un mismo ritmo y aliento,
ese mutuo sentimiento
se torna en tierno fervor.
Son los pequeños detalles
en el vivir cotidiano,
los sacrificios constantes,
el ir juntos de la mano,
los que le dan al cariño
su inigualable valor.
Es la constancia, el esfuerzo
en complacer a la pareja
en todo sitio y momento
lo que le da al sentimiento
un exquisito sabor.
El amor no sólo se dice
con el más cálido verbo,
se demuestra y se traduce
en continua dedicación
y atención al ser amado;
de esa forma es sublimado
en entrega y adoración.
lunes, 21 de diciembre de 2009
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Qe liindoo! Me encanta todo lo qe has dicho! Me gusta la frase del inicio, es bellisima!
ResponderEliminarBesitos :)
Está genial, desde luego, no se como lo haces, pero sigue (:
ResponderEliminarBesos, felices fiestas, y tal (;
Val*
Hermoso poema compañero, el amor ensancha el alma hasta límites insospechados...
ResponderEliminarUn abrazo
www.utopiaroja.blogspot.com